jueves, 19 de febrero de 2015

19 de Febrero 2015
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El cortejo K rumbo al olvido

Leyendo algunos diarios y viendo algo de TV para no morir intoxicado con este remolino interminable de noticias, me viene a la mente aquello de “Siéntate en el umbral de tu puerta y verás pasar el cadáver de tu enemigo”.
En realidad este gobierno no es mi enemigo y no me gustaría verlo literalmente hecho cadáver. Solo es algo que aborrezco porque personalmente nunca pondría un ladrón o un mentiroso a cuidar mis pocas posesiones Y eso es un gobierno: un grupo de personas que administran los bienes de todos los ciudadanos. Un administrador al que yo no le permitiría que me robe o que me ande mangoneando y amenazando como si fuera el capo...el capo soy yo.
Pero el P. Ejecutivo no solo ordena y amenaza, sino que se mandó todas las macanas que pudo y hoy se encuentra con una presidente imputada por un caso grave de encubrimiento, un vicepresidente procesado, un jefe de gabinete y una ministra de desarrollo social imputados por una muerte por desnutrición, una procuradora general de la nación con pedido de juicio político, un cepo cambiario, un default técnico, una inflación galopante, varios muertos y casi cuatrocientos expedientes por irregularidades, cohechos y mal desempeño en distintos juzgados del país.
Si eso no es ir rumbo al cadalso le pasa cerca... digamos que toma el camino alternativo y menos duro que lleva al olvido o a la cárcel.
Los representantes de la justicia “Se le fueron a las barbas”, (aunque la Sra. solo tenga una pelusita convenientemente depilada) y no esta mal que lo hagan, sobran razones y pruebas, pero SÍ está mal que la justicia use esas causas, según le convenga, de acuerdo al momento político.
Después de haber querido el P. Ejecutivo subordinar a jueces y fiscales, parece que ahora, por fin, estos señores justicieros han decidido hacer lo que deben, o que debieron hacer antes y no lo hicieron porque el miedo no es tonto y el sobre del sueldo suele “dejar para mañana” todo aquello que lo amenace.
Lo que queda del año hasta que asuma el nuevo gobierno, será sin dudas un lento desfile de cadáveres políticos amenazando inútilmente y queriendo erguirse en el féretro para zafar de un destino anunciado.
Sentado en el umbral de mi puerta, por más que lo intente no puedo cambiar mi cara de felicidad...
Héctor Fedele

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